Todas las personas necesitamos mitos, referentes, ideales, ejemplos y modelos en los que nos basamos, emulamos y aspiramos a ser.
De niños y a base de imitar, tratamos de copiar a nuestros padres, maestros, famosos, cantantes, deportistas, televisivos, … De mayores, unos quieren ser como la madre Teresa de Calcuta, otros quieren ser como Bill Gates, otros tantos como Steve Jobs, otros más como Warren Buffet, y así sucesivamente.
En estos últimos años, muchos han sido los mitos y ejemplos de superación personal ante las adversidades. Muchos provenientes del mundo del deporte. Entre ellos:
- Lance Amstrong. Consiguió superar un cáncer y vencer casi infinitas veces en el Tour de Francia. Se convirtió en una estrella mediática, líder de masas y estrella en la venta de merchandising con fines benéficos. Sin fisuras. Una vida perfecta.
- Oscar Pistorius: Primer atleta con doble amputación que logra estar en una cita olímpica (no paralímpica). Un ejemplo de determinación, dedicación, sacrificio y lucha constante. Se casa con una modelo. Una vida perfecta.
¿Qué pasa cuando un mito se cae? ¿Qué sucede en el corazón de todos los fans y seguidores de estas personalidades cuando todo se va al traste?
Desidealizacion. Desconfianza. Pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Rechazo.
Todos los conferenciantes (me incluyo) eliminando diapositivas de estos ejemplos que dejan de serlo. Y buscando nuevos modelos y referentes.
Cuando se te cae un mito, ya no vuelves a verle nunca igual porque siempre recuerdas aquello que te hizo cambiar de idea, aquello que por inesperado no querías asumir.
Pero no olvides que nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Y la presión de estar en el disparadero constantemente y en el candelero a veces pesa. En osasiones demasiado.
Los líderes lentos, constantes y sin hacer mucho ruido. Esos fallan menos que los cracks mediáticos, estrellas y gurús.
Personas que no hacen cosas extraordinarias, sino cosas ordinarias de forma extraordinaria. Vicente del Bosque es uno de ellos. Personas que son auténticos señores y líderes del sentido común.
Puede que mañana le encuentren un alijo de coca, una amante descocada, cinco hijos secretos, asesine a alguien a sangre fría, se dope, … Puede. Pero yo no lo creo. Es mi mito (hasta que se caiga)