Hay una fábula ó leyenda japonesa que trata de explicar cómo entre dos o más personas que están predestinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que nace con ellas. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y que puede tensarse pero no puede romperse en ningún caso.
«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar o las circunstancias. El hilo puede estirarse o contraerse, pero nunca romperse»
La fábula completa dice así:
Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en su reino vivía una bruja muy poderosa, que tenía la capacidad de ver el hilo rojo de las personas y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara su propio extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.»
Todos estamos interconectados. Las teorías de la causalidad frente a la casualidad dicen que «todos estamos conectados» de alguna extraña manera. La teoría del hilo rojo no es la única que describe la interconexión misteriorsa a distancia.
El efecto mariposa indica que el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo, incluso provocando un huracán al otro lado del planeta.
El entrelazamiento cuántico ó la Paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen (EPR) postula que dos fotones (partículas de luz) que nacen de una misma fuente estarán entrelazados. En otras palabras: lo que le suceda a uno de los dos fotones influirá de forma instantánea a lo que le ocurra al otro. Este hecho, que parece burlar todo sentido común, ha sido comprobado experimentalmente en varias ocasiones.
La teoría de los 6 grados de separación, también indica que cualquier persona de la Tierra puede estar conectado a otra a través de una cadena de no más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces).
Hoy, en esta sociedad hiperconectada y llena de aparatos que facilitan la comunicación, teléfonos móviles, ordenadores, internet, redes sociales que permiten la conexión permanente, la globalización, la internacionalización de las empresas y los mercados, los flujos demográficos y la emigración creciente … todo esto hace que este mundo sea cada vez un pañuelo más pequeño.
En unos días se estrenará en Cuatro (en España) la serie «Touch», con Kiefer Sutherland como protagonista, que toma estas teorías como hilo argumental.
Redes sociales corporativas, redes sociales locales, el internet de las cosas, las ciudades del futuro, el big data, … Todo estará conectado. Y todos.
No te vuelvas loco, no pierdas el sentido común. Sólo aprovéchate de las ventajas del hilo rojo que tienes atado a tu meñique. Y no lo busques, aparecerá… (si existe, claro!)