El rescate y el reloj del minero

Written by on 27 junio, 2012

Leer el blog de Jose Ignacio Perier me ha recordado una vieja fábula ó historia que describe perfectamente nuestra situación económica y sistémica actual.

Se cuenta que seis mineros trabajaban en un túnel muy profundo. De repente un derrumbe los dejó aislados del mundo exterior sellando la salida. En silencio cada uno miró a los demás. Con su experiencia se dieron cuenta de que el problema sería el oxígeno.

Si hacían todo bien les quedaba unas tres horas y media de aire como mucho. También sabían que todo el mundo afuera estaba consciente de su situación límite y harían todo lo posible por hacer un túnel y sacarles.

No podían hacer nada más que esperar y economizar oxígeno, tirarse en silencio en el suelo y esperar…

Era difícil calcular el tiempo que pasaba y uno sólo de ellos tenía reloj. Cada minuto le preguntaban: ¿Cuánto queda? ¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo ha pasado?

Eso consumía mucho tiempo. El jefe le ordenó informar al resto sólo cada media hora. Exactamente cada media hora, ni un minuto más ni uno menos.

El hombre del reloj se dio cuenta de que a medida que pasaba el tiempo, iba a ser cada vez más terrible comunicarles que su tiempo  se acababa.

Sin consultar a nadie decidió que ellos no merecían morir sufriendo. Así que la próxima vez que les informó la media hora habían pasado 45 minutos. No había manera de notar la diferencia. Apoyado en el éxito del engaño de la tercera información la dio casi una hora después… así que cada hora completa les informaba que había pasado media hora.

La cuadrilla de rescate apuraba las tareas, sabiendo que sería difícil poder llegar antes de cuatro horas, y que para esa hora posiblemente todos los mineros estuvieran muertos.

Llegaron a las cuatro horas y media.

Encontraron vivos a cinco de ellos. Solamente uno había muerto de asfixia…el minero que tenía el reloj.

¿Moralejas?

  1. Si en un periodo de crisis has decidido que la mejor opción es esperar (para así no derrochar tus recursos) has de hacerlo sin obsesiones ni preocupaciones por algo que no está a nuestro alcance solucionar.
  2. Haz de manera excelente (como dice Tom Peters) todo lo que hagas. Aunque tu tarea sólo sea esperar, decir la hora ó fregar los platos.
  3. Confía plenamente en los recursos que te ayudan.
  4. No hagas caso de todas las malas noticias que hay a tu alrededor. Como dice Perier, «si no mueres de la caída, morirás del susto»
  5. Lucha con todas tus fuerzas por reinventarte
  6. Usa tus conocimientos de manera práctica todos los días. Fórmate hoy para poder atesorar dichos conocimientos cuando los necesites.

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