Todos los hombres del presidente

Written by on 13 febrero, 2013

nixon watergateHace unos 40 años que Estados Unidos y el mundo entero vivieron momentos de tensión, cuando el presidente de su nación se vio abocado a dimitir tras varios escándalos de corrupción y ocultación de verdades, culminados por el famoso caso Watergate.

La prensa estuvo destapando las mentiras de la cúpula política durante un proceso de desgaste que duró dos años. En esa etapa, el presidente Nixon comenzó a mentir, a contradecirse, a rechazar las órdenes de los jueces para que entregara pruebas de su apoyo y encubrimiento a la guerra sucia contra los Demócratas, amenazado con ser destituido por el Congreso de Estados Unidos, humillado, hasta que, abandonado por todos sus funcionarios menos por Henry Kissinger, decidió abandonar el cargo.

Ese 9 de agosto de 1974, cuando el presidente Richard Nixon leyó en televisión su carta de dimisión, se despidió de todos desde las puertas de la Casa Blanca y subió con la mujer y las dos hijas al helicóptero que lo llevaría al retiro, un joven presentador llamado David Frost comenzó a pensar en una gran apuesta.

Le pidió a su asistente que le diera las cifras de audiencia de esa transmisión. Cuando la supo, 400 millones de espectadores en el mundo entero, comenzó a organizar lo que se convertiría en el programa político más visto en la historia de la televisión: Una serie de entrevistas a Richard Nixon.

Tuvo que esperar tres años para alcanzar su sueño imposible. Primera lección: las cosas importantes llevan su tiempo, pero requieren de alguien con agallas.

Cuando se le ocurrió la idea de entrevistar a Richard Nixon, tuvo que convencer a muchísimas personas de que era el hombre adecuado. Irónicamente, su reputación de “peso ligero” fue la razón por la que Nixon aceptara ser entrevistado. Pensó que podría manejar las entrevistas, es decir, manipular a su antojo a un joven e inexperto periodista.

Segunda lección: las cosas no son como parecen. No desconfíes de un joven e inexperto.

El montaje no fue barajo. Unos 600.000 dólares pagados al ex-presidente y cerca de otro millón y medio en gastos, logística, etc…

Tercera lección: Si quieres hacer las cosas bien, cuestan. Invierte si quieres retornar grandes dividendos.

David Frost no estuvo solo. Conocedor de sus limitaciones, contrató dos estupendos asesores: el politólogo James Reston Jr., y el periodista y productor de televisión  Bob Zelnick, además del equipo técnico de camarógrafos, maquilladores, asistentes y otras personas que, sumadas al grupo que acompañó a Nixon (encabezado por un coronel de la Marina, Jack Brennan, su verdadero perro guardián), convirtieron esas semanas en un verdadero espectáculo.

Cuarta lección: No puedes hacerlo todo tu solo. Colabora con los mejores.

Lo demás es historia. Frost insiste para que Nixon reconozca que siempre supo de los delitos cometidos por sus funcionarios. Sólo obtiene excusas vacías. Frost lo acorrala y le pregunta si no cree que todo cuanto estaba ocurriendo es ilegal. Entonces Nixon responde casi en un susurro que «nada es ilegal si lo hace el Presidente«.

Frost no puede creer lo que está escuchando. Enmudece. Cruce de miradas. El uno entiende que es el climax de la entrevista. El otro siente dolor por haber caído en la trampa. Entonces, el coronel Breennan irrumpe, detiene la grabación, rescata al ex-presidente y se lo lleva.

frost nixonDespués de un rato, Nixon se vuelve a sentar. Frost toma un vaso con agua y retoma la pregunta. Nixon, que siempre esperó el momento de contar a los norteamericanos lo que sentía sobre ese escándalo, dice que sí, que se siente responsable de todo, el único culpable y que sentía vergüenza y dolor de haber defraudado al pueblo, haber defraudado a la Presidencia, haber defraudado al sistema democrático de su nación y se queda callado.

Era lo que los norteamericanos siempre esperaron después de tres años, que su Presidente les pidiera perdón.

Entonces la cámara se cierra sobre el rostro sudoroso, tembloroso y devastado de Richard Nixon. Una descripción perfecta de la soledad, la destrucción, el vacío, la tristeza, la derrota y la miseria. Fin de la entrevista.

Quinta lección: La verdad siempre sale a la luz. Tarde ó temprano.

Hoy en España estamos viviendo momentos similares a los ocurridos en 1972. La palabra del Presidente de nuestro país está empeñada. Sólo el tiempo dará ó quitará razones sobre los Bárcenas, EREs, corrupción, trajes, etc…

Mientras tanto, hay periodistas valientes como Frost, empresarios jóvenes haciendo la guerra por su cuenta, autónomos luchando contra los elementos, empresas esforzándose por abrirse al comercio exterior, padres y madres llenando la mesa de su familia para seguir comiendo tres veces al día, agradecidos de tener mesa, comida, pero sobre todo, familia.

Sexta lección: Lo verdaderamente importante no se encuentra en despachos de presidentes.



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