Estos días he podido leer varios artículos y libros que me han hecho reflexionar sobre las oportunidades que surgen de la necesidad de las personas, empresas y regiones.
Gracias a un regalo de Juan Lucas Garcia, responsable de AENOR en Asturias, pude leer recientemente el libro: «Israel, a Start Up Nation«. Este país, tan perseguido y denostado, que vive en una «isla de transporte» (problemas políticos, guerras, aduanas infranqueables, terrorismo, emigración forzosa, …) ha sabido aprovecharse de las necesidades y resurgir.
Actualmente es la segunda nacionalidad presente en el Nasdaq, el país con mayor índice de inversión en I+D, donde se crean más de 500 nuevas empresas tecnológicas cada año y donde las existentes atraen alrededor de 300 millones anuales de fondos de capital riesgo y business angels. El milagro israelí.
¿Cuales han sido las motivaciones y causas de su éxito? Su disciplina militar, la constancia de una población que desde bien joven sabe lo que es vivir situaciones de peligro y tener que sacarse las castañas del fuego con pocos recursos, su creatividad, la cooperación entre iguales, el no establecimiento de clases ni jerarquías absurdas y ser eminentemente pragmáticos. Además de una sensación de pertenencia nacional bien fuerte que no les impide pensar en global.
Israel tiene solamente 7 millones de habitantes.
Por otro lado, Corea del Sur, país donde sus logros parecen un milagro. En 1960 sus datos económicos eran los de cualquier país tercermundista africano, sufriendo una larga y dura dictadura, la crisis asiática de 1997 que puso en bancarrota al país, el rescate poco después por parte del FMI, …
Ahora, pocos años después, Corea del Sur tiene una renta per cápita similar a la española, con unos sistemas educativos ejemplarizantes, y un crecimiento económico exponencial, es todo un modelo de desarrollo económico (Goldman Sachs le ha puesto junto a los BRICS -Brasil, Rusia, India y China, como economías emergentes líderes en el siglo XXI), y tiene algunas de las empresas más rentables y con proyección de todo el mundo: Samsung (que ya tutea a Apple), Hyundai, Daewoo, etc…
Corea del Sur tiene solamente 50 millones de habitantes. Y todos bailamos su baile (Gangnam Style y económico)
¿Y Asturias?
Somos también una región aislada. No tenemos (ni parece que tendremos AVE), un aeropuerto con precios desorbitados, autopistas que se acaban justo en nuestras fronteras y políticamente somos los únicos con diferente color respecto al país.
Hemos vivido de las subvenciones y no las hemos aprovechado. Tenemos infraestructuras que ahora no podemos mantener. Somos tan cainitas que preferimos nuestro fracaso antes del triunfo ajeno y, aunque sabemos hacer muy bien las cosas, se nos valora más fuera que dentro.
¿Por qué no aprovecharnos de la oportunidad que nos brinda la crisis? Desmontemos todo el sistema. Trabajemos todos en el mismo barco. Reinventemos y reconstruyamos Asturias.
¿Por qué no Start Up Asturias? ¿Por qué no el tigre Asturiano? ¿Por qué no Asturias como economía emergente?
Hay muchos que queremos que esto suceda. Unamos nuestro esfuerzo.
PD: En las últimas semanas he podido estar en la Marbella Luxury Weekend, en el Foro La Zagaleta y en Amsterdam, colaborando en diversos proyectos (consultorías, coaching directivos, auditorías, desarrollos y estrategias). Me encanta poder trabajar para empresas de diversas regiones y países y es un orgullo que reconozcan tu trabajo dondequiera que lo realices, pero me encantaría también poder trabajar cada vez más en (y para) empresas de Asturias (Gijón, Oviedo, Avilés, …) Muchos no queremos emigrar. Ni estar viviendo en la carretera ni en hoteles.
